El trabajo de Haritz Guisasola empieza a mediados de los noventa. Los dibujos y cuadros que hace son figurativos en su mayoría. Pinta retratos, vánitas, inundaciones, paisajes, bodegones y fotos de prensa. De esta manera intenta comprender la relación de mirar y pintar, de vivir y pintar.

Durante estos años mezclar colores y dibujar ha sido una práctica habitual en su vida. El resultado de esto son unos cuadros y dibujos de formato variado, a veces con elementos extraños, otras veces más realistas.

Tras su primera exposición de pintura en 1997 ha expuesto en Madrid, Gante, Washington y Bilbao.



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